Para conocer un poco más la Sección Infantil y Juvenil de la Orquesta Ciudad de Alcalá, su andadura y su metodología, hablamos con su director: Iñaki Urbina.
Si has tenido la suerte de pasear alguna tarde por el parque de La Mina, bajo el muro del Centro Cultural Gilitos, probablemente hayas escuchado cómo las melodías de violines, violoncellos y otros instrumentos de cuerda y viento emergían de las ventanas del centro e inundaban el ambiente con sus suaves notas musicales. Quizás te hayas preguntado acerca del origen de las mismas y desconoces que, desde hace ya unos años, Gilitos acoge, entre sus talleres de cerámica o teatro, la actividad musical de la Orquesta Ciudad de Alcalá y su Sección Infantil y Juvenil.
Para conocer un poco más acerca de esta última, la Sección Infantil y Juvenil de la OCA, entrevistamos hoy a Iñaki Urbina, un músico alcalaíno que ha llevado el nombre de nuestra ciudad por orquestas y auditorios de todo el mundo y que, actualmente, dirige la parte formativa de la Orquesta Ciudad de Alcalá.
DREAM ALCALÁ: Buenos días Iñaki. ¿Podrías contarnos algo más acerca de ti para que te conozcamos un poco más?
IÑAKI URBINA: ¡Muy buenos días! Pues a ver: nací en Alcalá de Henares y, desde muy pequeñito, mis padres vieron que me gustaba cantar y toquetear instrumentos, y decidieron apuntarme al conservatorio. Estudié el Grado Elemental y Profesional, con un instrumento tan raro y bonito como es el oboe, en Alcalá, y decidí seguir adelante yendo, como muchos otros músicos, a Madrid a estudiar el Grado Superior. Después de eso terminé mis estudios saliendo fuera, a Suiza, a estudiar un máster, lo que me permitió tener contacto con muchas orquestas sinfónicas, muchos directores de orquesta diferentes y, sobre todo, muchas metodologías distintas de enseñar un instrumento o de trabajar en grupo.
Además, siempre he tenido curiosidad por saber manejar otros instrumentos aparte del oboe, y por hacer de la música clásica algo menos elitista y mas “asequible” y cercano al público. Siempre he dicho que tengo una mentalidad de “músico medieval”, como los juglares, que sabían cantar y tocar casi todos los instrumentos y para los que la música tan solo era un lenguaje y un medio para entretener, culturizar y hacer disfrutar al público.
Desde hace unos años tengo la suerte de poder dedicarme en exclusiva a la música, dando conciertos con diversas orquestas o grupos de cámara y con la otra vertiente que me apasiona: la enseñanza. Así, cuando en el año 2004 se creó la Sección Infantil y Juvenil por una iniciativa de su actual director musical, Vicente Ariño, yo era el oboe solista de la OCA y pasé a ser también profesor de la Infantil y Juvenil. Y hasta hoy….
La Sección Infantil y Juvenil: ¿En qué consiste y en qué se diferencia de otras escuelas de música o del Conservatorio?
Actualmente, si pensamos en una clase de cualquier instrumento musical, nos imaginaremos a un profesor explicando una pieza o estudio y a un alumno, a su lado, que intenta interpretarla lo mejor posible, siguiendo sus indicaciones.
Pero, históricamente, la enseñanza musical en España no siempre ha sido así, al menos en la base. En los pueblos pequeños o en las ciudades donde había bandas de música, los alumnos aprendían de manera grupal y en clases donde se enseñaba tanto la teoría como la práctica, y en las que había diversidad de instrumentos en una misma aula. La enseñanza era eminentemente práctica y con el objetivo de que los músicos entraran a formar parte en la banda del pueblo, en cuanto tuvieran un nivel mínimo para hacerlo, y luego fueran progresando dentro de ella.
En la actualidad hay diversos sistemas educativos que han rescatado esta idea del aprendizaje colectivo y han demostrado que es un camino alternativo eficaz para la enseñanza musical, como pueden ser el conocido “Sistema de Orquestas” venezolano o la “Class Band” en EEUU, en la que se enseña a tocar en banda dentro de los mismos colegios (como podemos ver, por ejemplo, en Los Simpsons).
Cuando se creó la Sección Infantil y Juvenil, que tenía el objetivo de funcionar como una cantera de músicos para “proveer” a la OCA, se pensó en este sistema colectivo por considerarlo muy eficaz para formar músicos de orquesta, especialmente en la familia de la cuerda.
¿En tu experiencia, qué ventajas y desventajas puede tener el aprendizaje de música en grupo frente al más individual?
Probablemente, frente al aprendizaje individualizado, el colectivo es un poco más lento y menos especializado. Pero mi experiencia como profesor en la Sección Infantil y Juvenil es que los pasos que se dan en conjunto son mucho más firmes y que el progreso es mucho más significativo si se realiza en grupo y se comparte con amigos y compañeros. Y algo que es fundamental, en favor del alcance de objetivos, es que el grupo alimenta la motivación, y la interpretación de música en conjunto aumenta el disfrute y nos ofrece, a nivel psicológico, una conexión con los compañeros y una descarga de dopamina y serotonina que sólo es comparable con la de realizar algunos deportes de equipo.
Además, dentro de los ensayos conjuntos también se trabajan y se desarrollan aspectos más teóricos, como la lectura en el pentagrama u otros conceptos como la tonalidad, o los intervalos y acordes. El hecho de no abordar estos conocimientos en una clase teórica aparte y de aplicarlos directamente a la interpretación instrumental los hace mucho más abarcables y amenos para los jóvenes músicos que aprenden a tocar un instrumento.
Hay un proverbio, no sé si chino o africano, que dice: “Si caminas sólo llegarás más rápido, pero si caminas acompañado llegarás más lejos”. Creo que esta frase explica totalmente el éxito del aprendizaje colectivo.
Hojeando en vuestra web, www.orquestaciudadalcala.com, leemos que, en vuestros últimos conciertos, los músicos de la Orquesta Juvenil han interpretado el Cascanueces de Tchaikovsky o El Carnaval de los Animales de Saint-Saens. ¿Cómo se consigue que chicos y chicas tan jóvenes y que están todavía aprendiendo un instrumento puedan tocar obras de tanta envergadura?
Para mí, como director de la Orquesta, la clave está en el trabajo previo que se realiza. El ensayo de una obra de estas características no empieza en la clase de orquesta, sino en casa: primero en mi propia casa, donde realizo los arreglos necesarios para adaptar las piezas al nivel de los músicos y a la plantilla de la que disponemos, y por la otra, en la casa de cada músico. Cuando hay un papel solista importante como, por ejemplo, el de la flauta en el Cascanueces, comenzamos trabajando esa pieza individualmente como si de un concierto solista se tratase, o incluso realizo un arreglo alternativo que nos permita trabajarla en el conjunto de viento o de cuerda.
Es cierto que hay piezas musicales más difíciles y otras más fáciles, pero yo creo que todas se pueden abarcar a cualquier nivel si se realizan las adaptaciones y simplificaciones necesarias, y sobre todo si se trabajan suficiente y adecuadamente.
En cuanto a la edad de vuestros alumnos, en vuestra web pone que se pueden apuntar “desde 5 a 99 años”. ¿Hay una edad límite o una edad ideal para aprender música?
Lo de los 99 años es nuestra manera para decir que no; no creemos que haya una edad límite para aprender música. De hecho, en nuestras Orquestas Infantil y Juvenil tenemos a varios adultos que disfrutan de ello tanto como los jóvenes. Cualquiera puede aprender a tocar un instrumento a cualquier edad siempre que tenga el tiempo y la motivación necesaria para hacerlo. Recalco mucho esto último: tiempo y motivación. Es el secreto del aprendizaje de cualquier instrumento, y del éxito en otras muchas actividades.
Los problemas con los que se suele encontrar un adulto para comenzar con un instrumento es el que, con el ritmo de vida que tenemos una vez que comenzamos a trabajar, estudiar una carrera o cuidar de una familia, muchas veces no disponemos del tiempo suficiente que dedicar al instrumento. El otro factor es la auto exigencia: siendo adultos somos mucho más conscientes de nuestros errores y también tenemos unas expectativas que intentamos cumplir cuando aprendemos algo. Por ello, si no logramos los resultados esperados, nuestra motivación sufre mucho más que la de un niño o niña que comienza a tocar sin ser plenamente consciente de sus errores o sin una idea preconcebida de lo que quiere lograr.
Por ello, sí que creemos que hay una edad ideal para iniciarse en la música, y recomendamos que, si quieren que sus hijos aprendan a tocar un instrumento, a partir de los 5 años se interesen por alguna actividad de iniciación musical, como nuestra Orquesta de Cartón, donde además de conocer los principios fundamentales de la música y de la lectura en el pentagrama, también construirán su primer instrumento de cuerda o viento y se iniciarán en la técnica básica para tocarlo.
Para terminar, me gustaría preguntarte: ¿qué satisfacción te ofrece, personalmente, trabajar y en un proyecto como la Sección Infantil y Juvenil?
Bufff… muchísimas satisfacciones. Creo que, para cualquier profesor, el ver avanzar a sus alumnos y observarles tocar o hacer las cosas cada vez mejor es una satisfacción inmensa.
Pero si nos referimos en concreto a la Sección Infantil y Juvenil, para mí la mayor satisfacción es verles, cada semana, en los ensayos de la orquesta, esforzándose, divirtiéndose y tocando juntos. Ver que ellos mismos se dan cuenta de que las partituras que han ensayado en casa son parte de algo más grande y que todo cobra sentido cuando lo ponen en conjunto.
También verles después en el escenario. Ya sea en los conciertos de la Sección Infantil y Juvenil, o en los actos en los que participan, como el homenaje a las víctimas del 11-M, en el que cada año un grupo de la Juvenil se encarga de poner música al acto. Verles encima del escenario, concentrados, nerviosos y tocando con una pose de auténticos profesionales es algo que me emociona muchísimo.
Y, por supuesto, el momento en el que, tras muchos años de esfuerzo y aprendizaje, por fin se incorporan a la Orquesta Sinfónica de la OCA, en la que Lorena, la profesora de violín, Nagore, la profesora de cello o yo mismo compartimos silla con ellos y ellas. Es como verles hacerse mayores y cambiar el rol de maestro-alumno por el de compañeros de atril. La recompensa a un gran trabajo, tanto por su parte como por la nuestra, y el premio al tesón y a la constancia en forma de experiencia musical y dentro de una institución, como es la Orquesta Ciudad de Alcalá, que siempre ha sido como una familia para mí, y ahora lo será para ellos.
Muchas gracias, y mucha suerte en el nuevo curso que comenzáis en septiembre
Muchas gracias a vosotros por vuestro interés y por vuestro trabajo para mantenernos informados a los alcalaínos y vecinos de los alrededores.
Conoce la Sección Infantil y Juvenil de la Orquesta Ciudad de Alcalá.
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