Bombones de foie y chocolate
formamos bolitas con el foie o con mousse de paté. Las conservamos en el frigorífico. Fundimos al baño María el chocolate y la mantequilla y bañamos las bolitas con la ayuda de unos palillos y los dejamos escurrir. Conservamos en un lugar fresco y seco. Luego las pintamos con spray colorante según nuestros gustos.
Croisants de salmón ahumado y queso
Estiramos el hojaldre y cortamos unos triángulos no muy grandes para conseguir unos croissants pequeños de un par de bocados.
Cortamos en la base un centímetro para conseguir dos patas que serán los cuernecillos del croisant. Colocamos sobre el hojaldre el salmón y el queso ( a mi gusto un azul suave) y enrollamos la pasta. Los pintamos con huevo batido y luego horneamos a 180ºC 15-20 minutos.
Coulant de queso
Ingredientes:
40 gr. de queso manchego , para mi gusto Flor de Esgueva.
40 gr de queso crema.
90 gr. de harina.
2 huevos.
40 gr. de mantequilla.
Sal y pimienta
Preparación:
Tamizamos la harina y añadimos los huevos batidos, mezclamos bien. Añadimos la mantequilla pomada y seguimos mezclando. Incorporamos el queso crema y luego el queso manchego rallado. Rectificamos los puntos de sal y pimienta.
Engrasamos unos moldes o flaneras y espolvoreamos con harina.
Las rellenamos con la crema hasta tres cuartos y congelamos hasta que necesitemos servirlos. Los horneamos a 180ºc unos 10 – 15 minutos dependiendo del tamaño.En el interior debe quedar cremoso.
Los podmeos acompañar con mermelada de membrillo, de fresas, de frutos rojos… dependiendo de nuestros gustos.
Tartar de salmón y aguacate
Limpiamos bien el salmón y lo cortamos en dados regulares. Incorporamos los ingredientes en un bol, y la salsa resultante la añadimos al salmón cortado. Mezclamos bien y reservamos en el frigorífico.
Cortamos el aguacate de igual forma. Lo aliñamos con un poco de sal y pimienta, sésamo tostado y zumo de limón.
Montamos en un aro de presentación una base de aguacate y terminamos con el tartar de salmón. La presentación va a gustos, con lo que hay que jugar con la imaginación.
Unas algas hidratadas y aliñadas, o unas huevas nos ayudarán a darle un toque estético a nuestro plato y le aportarán gusto.
Solomillo con salsa de anchoas y vino tinto.
Tituramos la mantequilla con las anchoas. Guardamos la mantequilla en un rulo hecho con papel fil en el frigorífico.
En un cazo reducimos el vino tinto con azúcar el tiempo necesario a fuego lento hasta que tenga una consistencia cremosa.
Cortamos los solomillos y salpimentamos al gusto. Los freímos en una sartén con mantequilla, flambeamos con brandy y añadimos la mantequilla de anchoas y a continuación la nata líquida.
Servimos el solomillo con la salsa y decoramos con la reducción de vino tinto.