Discurso de Marimar Blanco
La elección de Alcalá de Henares para la exposición Once de Marzo no es casual. Porque muchos de los que no pudieron terminar su viaje el 11 de marzo de 2004 lo hicieron desde los andenes de su estación. Aquella fecha no sabían que comenzaban el largo camino del dolor y del horror.
La finalidad de un espacio de encuentro como esta exposición es convocar a toda la sociedad a renovar su compromiso con las víctimas del terrorismo, a honrarlas y a perpetuar su recuerdo.
La condena colectiva de la violencia terrorista de aquel día, la solidaridad y las muestras de condolencia, encuentran también su espacio en este marco mágico y lo hacen no por casualidad sino porque el espíritu de esta iniciativa es luchar, precisamente, contra el olvido. Es lograr que la repulsa contra cualquier acto terrorista que genera la sociedad no se diluya con el paso del tiempo. Es lograr que la memoria colectiva no flaqueé y que quienes alguna vez emplearon el argumento de las armas jamás hallen comprensión.
Qué quienes pretendieron tener creencias o argumentos que justificasen la atrocidad de atentar contra cuatro trenes llenos de vida y esperanza no encuentren nunca sitio entre nosotros.
Desgraciadamente la cifra de fallecidos ha seguido incrementándose con españoles que han perdido sus vidas a manos del autodenominado Estado Islámico más allá de nuestras fronteras. Pero también es cierto que gracias a la colaboración con los países de nuestro entorno y gracias a la estrategia de Seguridad Nacional se han evitado otros posibles atentados terroristas. De acuerdo con los datos ofrecidos por el propio ministerio del Interior 752 personas han sido detenidas en España desde aquel fatídico 11 de marzo por su relación con el yihadismo.
Los españoles sabemos que desde la unidad, desde la defensa de nuestro estado de derecho se puede derrotar al terrorismo. Por eso desde aquí convocamos a no olvidar, a mantener vivo el recuerdo de quienes perdieron su vida y a renovar el firme compromiso de estar cerca de quienes aquí el 11 de marzo resultaron heridos o perdieron a sus seres queridos.
Esta exposición quiere ser nuestra respuesta. Quiere ser el grito unánime de unidad y de repulsa no solo contra quienes perpetraron el mayor atentado terrorista cometido en Europa sino contra quienes siguen segando vidas inocentes. Contra aquellos que continúan atentando contra la humanidad aferrados al fanatismo. Como señala el sociólogo y filósofo Habermas ‘un acto terrorista, sea cuales fueren sus móviles y la situación en la que es cometido, no puede ser excusado de ninguna manera’. Nada permite que se tengan en cuenta finalidades que alguien se fijó asimismo para justificar la muerte y el sufrimiento de otros.