Antes de la pandemia, Alcalá de Henares recuperó una tradición que a muchos les será extraña. Y es que las fallas no solo se queman en la Comunidad Valenciana. Y es que de 1962 a 1979 hubo fallas y mascletás en el municipio por Ferias. Ya en el siglo XXI -en 2017, 2018 y 2019- se quemaron tres fallas en la ciudad.
La última fue un homenaje a la lectura que el Ayuntamiento organizó como colofón al mes de las letras en la ciudad complutense. Fue un 5 de mayo de 2019 en la plaza de La Paloma.
Se trataba de una falla, obra de maestros falleros del estudio plástico valenciano multidisciplinar ‘Chuky’, inspirada en la lectura y protagonizada por una musa de papel que representaba a todas las autoras, lectoras, editoras y en definitiva mujeres del mundo de la literatura castellana.
Un año antes, el domingo 22 de abril de 2018, Alcalá de Henares volvió a quemar una falla en una de sus plazas, en el mismo lugar, ante cientos de vecinos que se reunieron para ver una cremà fuera de los confines de la Comunidad Valenciana.
La primera vez, en los últimos años, que Alcalá quemaba una falla, fue en la plaza de los Santos Niños. Se trató de una construcción efímera en honor a Cervantes en el IV aniversario de su muerte.
Puede que a alguien le parezca una ocurrencia extravagante, quemar una falla en mitad de la Ciudad Patrimonio, pero lo cierto es que no era la primera, ni la segunda, ni la tercera vez, que Alcalá de Henares celebra un acontecimiento de características similares. Un lector de Dream Alcalá, Antonio Potenciano, nos puso tras la pista.
En aquellas fechas, nos acercamos a la Biblioteca Municipal Cardenal Cisneros para buscar un documento gráfico que nos hablase de otras fallas recientes en la ciudad complutense. Allí hablamos con Luis Alberto Cabrera, Jefe del Servicio de Bibliotecas, quien nos facilitó el acceso a un libro llamado Estampas de la feria. Tradición y modernidad de una feria castellana, editado por el Ayuntamiento de Alcalá de Henares en 1993 a través de La Productora de Ediciones, en el que se narran un montón de datos curiosos e interesantes sobre las distintas ferias de Alcalá en su historia reciente, y que acompañó a una exposición homónima celebrada en la ciudad ese mismo año.
El libro, que incluye la información y trabajos de Vicente Sanchez Moltó, cronista oficial de la ciudad, y el propio Luis Alberto Cabrera, describe cómo eran las ferias de la ciudad desde el siglo XIX hasta la actualidad, cuenta los distintos lugares en los que se ha celebrado la antigua Feria de ganado, después Ferias y Fiestas, y habla de las distintas costumbres y acontecimientos que se han podido documentar sobre este acontecimiento que cada año suele celebrarse a finales del mes de agosto, allá por San Bartolomé.
Alcalá tuvo otras fallas
El libro Estampas de la feria relata que en 1962 se inició otra costumbre pirotécnica que tenía lugar en la madrugada del primer día como anuncio del inicio de la Feria de agosto.
Así rezaba el programa: «Se advierte al pueblo de Alcalá que el día 24 no deberá alarmarse por las fuertes explosiones que se oirán, pues serán ocasionadas por las potentes tracas de la nueva atracción «La Despertá». La atracción duró casi 20 años, hasta 1979.
1962 fue además el año en que se inició la versión propia de una costumbre valenciana por antonomasia: las Fallas. En aquella ocasión fueron realizadas por el artesano Miguel Ruiz Flores, se construyeron 3 sencillas fallas consistentes en un cubo de más de dos metros de lado, situándose sobre esta plataforma el motivo elegido.
Este primer año se hicieron 3 fallas:
- Una titulada «Fútbol», situada en la confluencia de las calles Teniente Ruiz y Ronda Ancha
- Otra dedicada al tema taurino, situada en la confluencia de las calles Torrelaguna, Cánovas del Castillo y Talamanca
- Y una tercera situada junto al monumento al Empecinado en la calle del mismo nombre.
Ante el éxito de este nuevo festejo, en 1963 se amplio a una por día, incluyendo además en el programa la inauguración oficial: la «Plantá», con banda de música incluida. Las fallas estuvieron instaladas en las calles Teniente Ruiz; confluencia de Torrelaguna y Cánovas del Castillo; Puerta del Vado y calle Sandoval.
En 1964 se colocaron otras cuatro, con nombres propios de aquellos que las costeaban y si el año anterior su quema fue precedida de la música estudiantil de la tuna, este año el acompañamiento fue con banda de música.
Los nombres y ubicaciones fueron: «Todo Raboso» instalada en la calle de Portilla; «Martín Cabezudo», en la Puerta de Santa Ana; «García Arévalo» en la Plaza Luis de Antezana; y «Pérez Torrijos» en el Campo del Ángel.
El libro relata que el festejo no se repitió hasta los años 1986 y 1987, en que se quemaron sendas fallas como fin de fiesta. Estuvieron ubicadas en la Avda. de Guadalajara y en Nueva Alcalá, y como las de este año fueron realizadas en Valencia.
Como dato curioso, cabe añadir que para las ferias de 1966 Alcalá también contó con su propia mascletá, en un evento que estrenó la pólvora del medio día con humos de colores.
Sigue disfrutando de Dream Alcalá:
- Telegram: Recibe nuestras noticias y contenido exclusivo.
- Notificaciones: Da de alta o de baja las notificaciones en tu navegador.
- Newsletter: Recibe cada tarde un correo con nuestras últimas noticias.
- YouTube: Suscríbete para ver nuestros mejores vídeos.
Sé tú el periodista: envíanos tus fotos o noticias a través de Telegram.