Alcalá en una mañana (y II)
El segundo horizonte monumental de Alcalá
El principal núcleo de una visita a Alcalá está situada entorno a su centro urbano, la plaza de Cervantes, donde se halla el Ayuntamiento, la manzana universitaria fundada por el cardenal Cisneros, la calle Mayor, el museo casa natal de Cervantes y todos los monumentos, edificios históricos e instituciones se encuentran en ese trayecto.
Puedes conocer todos estos lugares y mucho otros en la primera parte de nuestra guía: Alcalá en una mañana. Si ya los has visitado y tienes ganas de más, acompáñanos en la segunda parte de nuestro recorrido.
El segundo horizonte monumental se encuentra físicamente detrás de ese primer núcleo, y comienza en la gran plaza de los Santos Niños a la que llegarás tras recorrer totalmente la calle Mayor desde la plaza de Cervantes.
Sosiego y encanto
Desde la plaza de los Santos Niños puedes iniciar un paseo por alguno de los rincones con más encanto de Alcalá, además de disfrutar de él con tranquilidad. Esta es una zona de menos tránsito, lo que te permitirá gozar de una experiencia más sosegada mientras te acercas a calles y edificios no solamente llenos de arte e historia, sino también de cultura y actualidad.
El punto de salida lo ubicamos en la plaza de los Santos Niños, Justo y Pastor, martirizados por su fe cristiana en el siglo IV después de Cristo y cuyos restos descansan en la Catedral Magistral, que se levanta altiva y sólida en la plaza. La catedral está llena de curiosidades sobre ellos y sin duda te recomendamos que entres a visitarla. A su lado verás su torre de campanas, obra del arquitecto de la fachada de la Universidad Cisneriana. Si subes hasta lo más alto, también muy recomendable, tendrás unas vistas panorámicas magníficas de todo Alcalá, sobre todo de su lado oeste, con Madrid al fondo.
Para saber más de la Catedral Magistral haz clic aquí.
Para saber más de los Santos Niños Justo y Pastor haz clic aquí.
En la misma plaza de los Santos Niños, te puedes colocar delante de la portada de la catedral, en el cuerpo del edificio y mirando enfrente verás la calle San Juan, una bonita calle corta de aceras flanqueadas por árboles.
A mitad de la calle, en la acera de la izquierda puedes visitar la Casa de la Entrevista, un antiguo convento que lleva ese nombre en conmemoración de la entrevista que se produjo entre los Reyes Católicos y Cristóbal Colón en el cercano Palacio Arzobispal, y que dio lugar a la organización del viaje a América por parte de las coronas de Castilla y Aragón. Ahora es un centro cultural dedicado a exposiciones temporales de pintura y artes plásticas.
Para saber más de la Casa de la Entrevista haz clic aquí.
Continúa caminando y llegarás a la cercana y ajardinada plaza de Palacio, sede del Palacio Arzobispal.
El Palacio Arzobispal
Tras el arbolado de la plaza de Palacio observarás el majestuoso palacio de los Arzobispos de Toledo, levantado hace ochocientos años, del que destacan la amplia fachada y el torreón del arzobispo Tenorio. En él tuvieron lugar muchos e importantes sucesos históricos, pero uno de los más relevantes históricamente hablando fue sin duda la entrevista de los Reyes Católicos con Colón, germen del descubrimiento de América.
Si te admira el Palacio en su compostura actual debes pensar que hasta 1939, tras la Guerra Civil española, era el triple de grande. En esa fecha sufrió un feroz e inexplicable incendio, que desoló toda la parte izquierda, ahora desgraciadamente convertida en solar y aparcamiento. El edificio, que tenía varios patios más y elementos artísticos de gran valor, hacía las funciones Archivo General del Reino desde 1859.
Durante la Guerra Civil no recibió daños graves, aunque fue cuartel y taller del ejército republicano, uso que mantuvo el ejército vencedor. El 11 de agosto de 1939 sufrió un gran incendio que destruyó el edificio y los documentos que contenía; las causas del fuego nunca se aclararon.
Para ver un vídeo de cómo era antes el Palacio Arzobispal haz clic aquí.
El Palacio ha sido escenario de acontecimientos trascendentes para la historia de España. En él habitaron casi todos los reyes de Castilla. Aquí murió el rey Juan I y nacieron Catalina de Aragón, reina de Inglaterra, y Fernando de Habsburgo, emperador germánico.
En el Palacio Arzobispal concertaron Aragón y Castilla la conquista del reino de Granada; en sus salas se inició el proceso contra los templarios y se celebraron concilios y cortes, como las que en 1348 promulgaron el Ordenamiento de Alcalá, compilación original de leyes de Castilla.
En el exterior de este palacio se ha escenificado en numerosas ocasiones la obra Don Juan Tenorio, en los treinta años que, cada primero de noviembre, fiesta católica de Todos los Santos, se ha representado y se sigue representando al aire libre en Alcalá.
Para saber más de la Palacio Arzobispal haz clic aquí.
Para saber más de Don Juan Tenorio haz clic aquí.
La torre del Antiquarium
Algunos restos arquitectónicos de esas zonas del Palacio que fueron pasto de las llamas se han podido recuperar y se pueden visitar en el museo del Antiquarium, en la torre XIV de la muralla que rodea la antigua y enorme Huerta del Obispo (50.00 metros cuadarados), lugar de cultivo y de recreo para la corte arzobispal y que servía para el refugio de la población civil o militar en caso de ataques bélicos.
Para saber más del museo del Antiquarium haz clic aquí.
Para llegar a este museo debes seguir tu camino por la calle a tu izquierda según contemplas la fachada del Palacio Arzobispal, por la calle del cardenal Sandoval y Rojas. Al llegar a mitad de la calle verás un aparcamiento a la derecha y justo en frente el Centro de Interpretación del Burgo de Santiuste. Luego hablaremos de él.
Continúa caminando y a tu derecha verás la entrada a la torre por la que se entra al Antiquarium.
Esta torre ha sido restaurada completamente y una vez dentro podrás observar, debidamente ordenados y con carteles explicativos, restos de la gran escalera monumental de Covarrubias y otros fragmentos que te darán idea del esplendor del Palacio Arzobispal que ahora ocupa el obispado de Alcalá. Además, podrás dar un paseo por el adarve, en lo más alto de la muralla y que comunicaba unas torres con otras.
Centro de Interpretación del Burgo de Santiuste
En esta misma calle puedes visitar el Centro de Interpretación del Burgo de Santiuste, que alberga una exposición permanente dedicada sobre todo a la Alcalá romana y la medieval, pues Burgo de Santiuste fue uno de los nombres de la ciudad en la Edad Media.
En el centro dedicado a su historia podrás realizar un recorrido de diez siglos, desde la caída del imperio romano en 476 y la creación de la universidad del Cardenal Cisneros, en 1499.
Para saber más sobre el Centro de Interpretación del Burgo de Santiuste, haz clic aquí.
La Puerta de Madrid
Retomando tu paseo por esta calle aparentemente de poca relevancia y alejada del bullicio urbano del centro llegarás a la Puerta de Madrid, lejanamente similar a la famosa Puerta de Alcalá de Madrid, pues está influenciada por su estilo. Se construyó durante el reinado de Carlos III, por ella se salía de la ciudad para ir a la capital del reino.
Por la Puerta de Madrid se salía de la ciudad amurallada para viajar a Madrid, de igual manera que ocurría al contrario con la madrileña Puerta de Alcalá. De hecho, la Calle Alcalá de Madrid es la más larga de la capital y una de las más antiguas, pues su origen se remonta al Madrid de los Austrias. Comienza en la Puerta del Sol, atraviesa la Puerta de Alcalá y termina en el distrito de San Blas. Y tiene ese nombre porque transcurre por el camino que había que tomar para llegar desde el centro de Madrid hasta Alcalá de Henares.
Ante la evidencia de que la madrileña Puerta de Alcalá es mucho más majestuosa que la nuestra hay quien afirma, no sin una buena dosis de orgullo alcalaíno, que en aquella época la importancia de Alcalá de Henares era mucho mayor que la actual capital de España, y la falta de correspondencia en el tamaño de ambas puertas no hace más que evidenciar el hecho de que para Madrid era mucho más importante viajar a Alcalá de Henares, que al contrario.
La Puerta de Madrid fue protagonista de una anécdota cinematográfica: cuando estés bajo sus arcos debes pensar que por ellos pasaron las tropas que comandaba Espartaco en la película del mismo nombre.
Las murallas
La Puerta de Madrid y las murallas son la postal de entrada de toda aquella persona que llega a Alcalá en automóvil o autobús por la Vía Complutense, la entrada principal de Alcalá.
Las murallas llegaron a tener más de veinte torres, de las que aún se conservan dieciséis, y rodean un terreno de dieciséis hectáreas. Su antigüedad es de ocho siglos y durante mucho tiempo defendieron a la ciudad de los ataques de los árabes o de los enemigos de cada momento, como, por ejemplo, en las luchas del arzobispo Carrillo con los Reyes Católicos.
En este paseo que te proponemos, ve avanzando con la muralla siempre a tu derecha. Verás que su trazado va describiendo varias curvas en un curioso contraste entre el tráfico fluido de coches y la tranquilidad que transmiten los sólidos muros de piedra y los torreones que irás viendo mientras recorres la amplia acera que los circunda.
Para saber más de las murallas y la Puerta de Madrid haz clic aquí.
Museo de Esculturas al Aire Libre
En este paseo, no muy largo, además de admirar el glorioso pasado alcalaíno que representan estas murallas seculares, en la zona de césped que separa la muralla de la acera y del sendero ciclista irás observando diversas esculturas realizadas generalmente en acero, especialmente preparado para soportar la intemperie.
Se trata del Museo de Esculturas al Aire Libre, organizado por el escultor Pepe Noja, discípulo de Pablo Serrano, autor de la escultura de Manuel Azaña de la glorieta del mismo nombre junto al barrio de Nueva Alcalá, la cual fue terminada por Noja a la muerte de Serrano e inaugurada en 1987.
El Museo de Esculturas al Aire Libre consta de unas sesenta esculturas de otros tantos autores y se desarrolla a lo largo de toda la Vía Complutense hasta su cruce con la calle de la Caballería Española. Ni el organizador ni los escultores cobraron por sus obras y el Ayuntamiento corrió con los gastos de fundición, transporte y colocación de las mismas.
El Arco de San Bernardo
Cuando las murallas terminan y empiezan los edificios, justo enfrente del parque O’Donnell (el gran pulmón verde de la ciudad durante décadas), encontrarás que a tu derecha se abre una calle bajo un arco, el arco de San Bernardo, así llamado porque adyacente a él se encuentra el convento de las monjas Bernardas.
Precisamente, este arco se abrió tras la construcción del convento como abertura de la muralla, sustituyendo a la puerta de Burgos medieval, que quedó dentro de la huerta del convento. Esta puerta se derrumbó en 2006 y después fue restaurada. Entra por el arco y camina hasta el final de la calle hasta que veas una plaza a tu derecha.
El convento de las Bernardas
Para finalizar tu paseo por esta parte de la Alcalá monumental situada al costado noroeste del núcleo principal del casco histórico, nada mejor que detenerte de uno de los rincones con más encanto de la ciudad: la plaza de las Bernardas situada a tu derecha, y flanqueada por el muro del Palacio Arzobispal y su torreón de don Pedro Tenorio.
Si tienes tiempo, visita el convento de las monjas Bernardas que verás a tu derecha. Sin inquilinas desde hace varios años, posee un espléndido museo en su interior. El convento es de la orden cisterciense y es una obra cumbre del barroco español, y además de su serena fachada, su interior, de planta elíptica -una forma muy poco habitual-, está cubierto por la mayor cúpula oval de España, de gran belleza.
El convento acoge el Museo de Arte Religioso, fundado en 1987, después de descubrir una parte oculta por tabiques de la construcción, y en él se pueden ver varias joyas artísticas, como el arca de Carlos V, construida en ébano y forrada de plata por Felipe II, quien la dedicó a su padre, o el sillón del arzobispo fundador del convento, el cardenal Sandoval, decorado con dorados y piedras pseudopreciosas.
Para saber más del convento de las Bernardas haz clic aquí.
Museo Arqueológico Regional
Si todavía quieres extender tu paseo, junto al convento tienes el Museo Arqueológico Regional de la Comunidad de Madrid, donde podrás explorar el pasado prerromano y romano de Alcalá y de toda la región, así como alguna de las interesantes exposiciones temporales que se desarrollan cada año.
Para saber más del Museo Arqueológico Regional haz clic aquí.
Y hasta aquí llega nuestra visita. Si estás cansado te recomendamos descansar del paseo y finalizarlo contemplando el sosegante entorno. Antes de proceder a un buen almuerzo o a una buena cena de gastronomía complutense, nada mejor que sentarnos en un banco de piedra de esta plaza, junto a sus imponentes árboles, para admirar uno de los más bellos rincones de Alcalá de Henares.
Más información:
- Guía – Alcalá en una mañana (parte I).
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