“Son las 7:20 hora de aquí, acaban de declarar a Alcalá Patrimonio de la Humanidad” eran las palabras del entonces alcalde, Bartolomé González, que sonaban a través de un antiguo teléfono en la sala noble del Ayuntamiento ante la algarabía de concejales y periodistas.
Y es precisamente una periodista alcalaína, Pilar Navío, quien nos trae en imágenes y sonido este momento histórico de nuestra ciudad. Quizá el hito más importante en los últimos 100 años de historia de la muy ilustre, muy noble y muy leal ciudad de Alcalá de Henares.
Navío fue la autora de un reportaje radiofónico en Radio Nacional de España que ahora es una de las más preciadas joyas de la historia reciente de nuestra ciudad. Fue en el programa ‘Los sonidos de la ciudad’ de Pedro Meyer, en Radio1 de RNE.
A continuación podrás escuchar la crónica de 8 minutos y 23 segundos de Pilar Navío que resume todo lo que allí aconteció:
Su narración arranca con el repique de las 15 campanas del recién instalado carillón de la torre de la Catedral Magistral, equivalente al que hubo cuando el 5 de mayo de 1687 Alcalá recibió el título de ciudad por la gracia del Rey Carlos II.
Eran las 11:20 de la mañana hora española (7:20 en Kioto) cuando llegaba la noticia. La alegría de quienes esperaban la confirmación en el Ayuntamiento pronto se trasladó a las calles.
Fue tal la felicidad que produjo el acontecimiento, cuenta Navío, que muchos alcalaínos derramaban lágrimas de alegría y se abrazaban entre ellos por la calle, se conocieran o no. Las dos delegaciones que se desplazaron a Kioto, la del Ayuntamiento y la Universidad, aseguraron que la UNESCO se encontró con una de las candidaturas con mayor apoyo ciudadano en toda su historia.
Iberoamérica, Francia e Inglaterra
Y es que una de las claves en la exposición para la defensa de Alcalá como Patrimonio de la Humanidad fue la Sociedad de Condueños. La UNESCO vio como Alcalá contaba con una sociedad que desde el siglo XIX se constituyó para salvar el patrimonio común de todos los ciudadanos.
Los países Iberoamericanos, Inglaterra y Francia fueron los más entusiastas defensores de la candidatura de Alcalá como Patrimonio de la Humanidad. Especial importancia tuvo el embajador de México ante la UNESCO quien defendió a nuestra ciudad no solo como representante española sino de toda Iberoamérica.
Nuestro mayor detractor fue el diplomático tailandés, que no entendía por qué Alcalá cumplía uno de los criterios propuestos (son cinco y solo hace falta cumplir uno. Alcalá cumplía tres). Entonces llegó el comisionado de Ecuador, quien rebatió al asiático con una defensa “como si fuera el primero de los alcalaínos” según cuentan los testigos.
Los tres criterios de la UNESCO que cumplía Alcalá de Henares
Criterio II. Alcalá de Henares es la primera ciudad diseñada y construida especialmente como sede de una universidad, y este diseño serviría como modelo a otros centros de enseñanza en Europa y América.
Criterio IV. El concepto de ciudad ideal, la Ciudad de Dios (Civitas Dei), se materializó por primera vez en Alcalá de Henares, desde donde se irradió al mundo entero, gracias a las ideas preclaras y la tenacidad del gran Cardenal Cisneros.
Criterio VI. La contribución de Alcalá de Henares al desarrollo intelectual de la humanidad se muestra en la materialización de la Civitas Dei, en los avances lingüísticos que tuvieron lugar en la ciudad, especialmente en lo relativo a la Lengua Española, y a través del trabajo de su hijo más ilustre, Miguel de Cervantes Saavedra, y su obra maestra D. Quijote.
El entonces rector de la Universidad, Manuel Gala, estaba doblemente contento. Primero por la declaración de la Ciudad como Patrimonio Mundial y después porque también se reconociera a la Universidad de Alcalá después estar cerrada 150 años. Así lo afirmó, entre la multitud y desde las escaleras del Ayuntamiento, a todas las personas allí congregados y a los medios de comunicación.
Ciudad Patrimonio de pleno derecho
Un año tendría que pasar para declarar oficialmente a Alcalá Patrimonio de la Humanidad. Fue un tiempo de inspecciones de la UNESCO para que se cumplieran sus criterios. Para disipar dudas se aplicó un plan de inversiones para mejorar el espacio urbano (tráfico y accesibilidad) y también el mobiliario (indicaciones y seguridad).
Dos años y medio después, como publicaba el diario ABC en marzo de 2001, Alcalá de Henares ingresaba oficialmente en el grupo de ciudades españolas Patrimonio de la Humanidad. Ávila, Cáceres, Córdoba, Cuenca, Salamanca, Toledo, Santiago de Compostela y Segovia ya tenían un nuevo socio en su selecto club que además era la primera ciudad de la Comunidad de Madrid, y hasta ahora la única, en conseguir tan preciada distinción.
La noche se hizo de día
Para celebrar tamaño acontecimiento Alcalá de Henares se llenó de luz la noche del 8 de diciembre de 1998. Un espectáculo único en el Centro Histórico con 70.000 alcalaínos en la calle, la mitad de la población de entonces.
‘La orgía de fuego de los dimonis (demonios)’ de la compañía catalana Els Comediants protagonizó un pasacalles que partió de la Catedral Magistral y recorrió la calle Mayor, para terminar en la plaza de Cervantes.
Posteriormente cuatro grandes castillos de fuegos artificiales situados en pleno centro histórico de la ciudad consiguieron que la noche se hiciera día en Alcalá.
Miles de cohetes salían a la vez desde la Capilla del Oidor, La Paloma, la Facultad de Filosofía y la plaza de San Diego.
Tal fue la magnitud del espectáculo pirotécnico, que Els Comediants recomendaban en el diario El País, “ponerse ropa vieja, por si cae alguna chispa, y de algodón, que no se pega a la piel como la fibra; llevar un gorro, gafas de sol o de buceo y guantes y no subir a los niños a caballito, ya que el fuego caerá de arriba”.
Pilar Navío cogió su cámara y salió decidida a inmortalizar esa noche. Como puedes ver en las fotografías que ilustran este texto, recorrió los diversos lugares del centro de Alcalá, subiéndose incluso a los tejados para captar vistas únicas.
Pilar relata que el estruendo era terrible, el calor se podía sentir de forma intensa en la cara e incluso en algunos momentos tuvo que dejar de hacer fotos para protegerse de los restos de palos y chispas que caían del cielo.
Algo para recordar
Lo que acabas de leer no es más que el recuerdo del que fue un día único e inolvidable en Alcalá de Henares, un día que llenó de felicidad a sus habitantes por haber conseguido un objetivo común, y que hizo que todos se sintiesen algo tan extraordinario como estar orgullosos de la ciudad en la que viven, con mayúsculas.
Ahora es nuestra responsabilidad mantener vivos y renovar esos valores. Los políticos deben sacar fuerzas de flaqueza y aprovechar todos sus recursos, si no a golpe de presupuesto sí de ingenio, para conseguir que cada día Alcalá sea más grande, más conocida, más apreciada y más respetada dentro y fuera de nuestras fronteras, más ciudad. Todavía queda mucho por hacer.
Y nosotros, sus habitantes, debemos ser los transmisores de la rica historia y el patrimonio que nos ha sido encomendado, así como los valores que representan. Es nuestra responsabilidad enseñar y transmitir a los más jóvenes que vivimos en una ciudad única, que hay que cuidar, que hay que mimar. Una ciudad que ha dado cobijo y se ha enriquecido culturalmente gracias a algunos de los más grandes nombres de la Historia, con mayúsculas. En definitiva, una Ciudad Patrimonio de la Humanidad.
Pilar Navío
Felipe Rodríguez
Daniel Alonso
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