Artículo de opinión
Tal y como informó este medio en el día de ayer, a las 14:26 los teléfonos de los alcalaínos comenzaron a sonar con un zumbido extraño y un mensaje que alertaba de que algo terrible se avecinaba. El sistema de alertas de la Comunidad de Madrid no se había usado nunca, por lo que a la sorpresa de la recepción del mensaje se unía la sensación de que algo gordo iba a pasar.
A quien escribe estas líneas, el mensaje le sorprendió comprando en Alcampo. De repente, todos los teléfonos parecían que se habían vuelto locos. Para más inri, en mi teléfono (y como pudimos saber después en el de otras personas también), primero apareció un mensaje de alerta en inglés y luego, al aceptar, el mismo mensaje en español. Y eso hizo que los que no se defendían bien con el idioma de Shakespeare se pusiesen aún más nerviosos.
Mucha gente dejó la compra a medias y se dirigieron a las cajas. De tal forma que los responsables de tienda pidieron a todos los empleados que se dirigiesen a la línea de cajas, para evitar al máximo colas, nervios y problemas para abandonar el establecimiento.
Todos los servicios de emergencias de la ciudad, tanto Policía Local como Protección Civil, estaban en prealerta y en contacto permanente con el 112 Emergencias Madrid y Bomberos de la Comunidad para coordinar cualquier actuación.
A media tarde es verdad que comenzó a llover con fuerza, y muchas personas miramos al cielo desde la ventana pensando «ya está aquí».
Pero salvo algunas balsas de agua, y la clásica inundación del túnel de la calle Torrelaguna y la caída de algún árbol, afortunadamente pocas cosas más hubo que lamentar en Alcalá de Henares. Según pasaba la tarde, la lluvia se retiró y no volvió en lo que quedó de domingo.
¿Esto es todo? Se preguntaban muchas personas. El susto dejó paso a la indignación, y de ahí a los memes.
La previsión meteorológica de las principales aplicaciones del móvil como la del eltiempo.es, tiempo.com o Weather.com no vaticinaban en ningún caso una situación tan grave para Alcalá de Henares.
Suponemos que la cara de mucha gente debía ser parecida a la de los responsables municipales que decidieron seguir las instrucciones recibidas desde Madrid y cancelar los eventos festivos, cerrar parques, teatros, túneles y pedir a la población máxima responsabilidad y que se quedaran en casa.
Debió ser una cara parecida a la que se le quedó a los miembros de Policía Local o Protección Civil, propietarios de bares y restaurantes, dueños de las atracciones del Recinto Ferial, el del vendedor de algodón de azúcar y el de la patata asada, los cientos de peñistas que tenían previsto participar en la Cabalgata de ferias, las academias de baile que tenían todo preparado para amenizar su trayecto y los responsables del servicio de limpieza que debían dejar todo limpio para comenzar el domingo con normalidad.
Todos ellos quizás sintieron que la alerta, aunque comprensible, no había sido necesaria en Alcalá de Henares, en Madrid capital, ni en muchos otros lugares. ¿Era realmente necesario lanzar una alerta a ‘toda’ la Comunidad de Madrid? Alguien se equivocó en la previsión, la cifra de agua caída quedó realmente lejos de esos 120 l/m2 que cayeron en septiembre de 1972, y que al parecer este domingo se iban a superar. Para este viaje no hacían falta esas alforjas.
Todo parece indicar que lo que ocurrió con la previsión de este domingo es que se equivocaron, como ocurriera en una famosa Semana Santa de hace años, en la que anunciaron fuertes lluvias que finalmente no lo fueron, pero que causaron importantes daños económicos a la hostelería y hotelería de los principales destinos turísticos.
Pero aquí no se trata de acertar en si lloverá o no en Alcalá, sino de si fue apropiada la decisión de lanzar una Alerta que atemorizó a muchos y afectó a los intereses de muchas personas.
La previsión meteorológica no es ni mucho menos una ciencia exacta. Y cuando aciertan con precisión asombrosa lo que va a ocurrir en las próximas horas o días parece más cuestión de magia. Y por ello les estamos agradecidos.
Pero lo que ocurrió este domingo fue un fallo importante, que al ir acompañado de una alerta enviada a millones de móviles se magnificó aún más.
Esperamos que se den las explicaciones oportunas, pero en Alcalá de Henares, entre la DANA y la alerta, tendremos que esperar a 2024 para poder disfrutar de un domingo de fin de fiestas con noria, cabalgata y fuegos artificiales.
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