Un 14 de marzo de 1499 el Cardenal Cisneros ponía la primera piedra de la actual Universidad de Alcalá.
Te invitamos a conocer en profundidad la historia de la fachada de la Universidad de Alcalá, más propiamente dicho del Colegio Mayor de San Ildefonso de la Universidad de Alcalá.
Y para ello te proponemos unos vídeos editados por la propia Universidad de Alcalá y que hemos querido rescatar aquí para ayudar a su divulgación.
Como afirman en la Universidad, la fachada del Colegio Mayor de San Ildefonso se ha convertido en un emblema para la comunidad universitaria y para todos los alcalaínos por su indudable valor artístico e histórico, y es uno de los principales motivos por los que miles de personas viajan de todo el mundo a Alcalá de Henares.
La fachada de la Universidad de Alcalá
La fachada de la Universidad de Alcalá del Colegio Mayor de San Ildefonso es una de las obras más importantes del Renacimiento español, dentro de lo que se denomina estilo plateresco. La construyó Rodrigo Gil de Hontañón tras la muerte del Cardenal Cisneros, y fue terminada en 1553.
El diseño muestra el esquema de un retablo con tres niveles horizontales divididos, a su vez, en cinco calles verticales, para acabar en una bancada inferior de granito que se extiende a lo largo de la fachada.
Fue realizada por un gran arquitecto, Rodrigo Gil de Hontañón, que hizo las catedrales de Segovia, de Salamanca, el Palacio de Monterrey de esta misma ciudad, el Palacio de los Guzmanes de León, muchas obras por toda España. Fue un arquitecto pionero que conocía muy bien el Renacimiento italiano.
¿Qué representa y qué significa la fachada de la Universidad de Alcalá?
Sobre todo, unos textos de Filarete del siglo XV, y otros de un estudioso alcalaíno que estuvo aquí 13 años, Moya, y que hablan de la casa del vicio y de la casa de la virtud.
Toda la fachada narra a personajes valiosos que luchan para extender el conocimiento, y hacer que los estudiantes consigan la salvación a través de la sabiduría, y a través de los textos de las Sagradas Escrituras.
Todas esas figuras que aparecen allí, todas esas imágenes, relieves, todos esos medallones, simbolizan esa salvación a la que se busca desde la teoría y desde las ideas del Cardenal Cisneros.
En el primer nivel, junto a la puerta principal, hay dos ventanas a cada lado en cuyos frontones se representa a los cuatro padres de la iglesia de Occidente: San Jerónimo, San Ambrosio, San Gregorio y San Agustín, quienes simbolizaban el conocimiento práctico que debían adquirir los alumnos.
El segundo piso guardó la biblioteca, tesoro de la universidad. En su ventana central soldados alabarderos defienden el conocimiento, y dos atlantes o gigantes sustentan las columnas, simbolizando el esfuerzo de los alumnos por alcanzar la sabiduría.
En el frontón de esta ventana encontramos el retrato de San Ildefonso, y en las otras dos ventanas están San Pedro, con las llaves, y San Pablo con la espada, ambos representando el conocimiento más espiritual y filosófico.
El último piso tiene en su centro el escudo de Carlos I de España y V de Alemania. Destacan los símbolos de su Imperio: el águila bicéfala, las columnas de Hércules y el toisón de oro.
Flanqueando el escudo, entre las columnas, hay dos figuras mitológicas que se han asociado, o bien a Perseo y Andrómeda, o a las dos Minervas de la paz y de la guerra. Este nivel representaría el poder terrenal. Las cinco ventanas a cada lado, en un total de diez, serían los Diez Mandamientos.
Por último, se representa a Dios, que sostiene el mundo para bendecirlo. Sobre esta imagen hay una pareja joven y otra anciana sosteniendo guirnaldas de flores y frutas para representar el paso del tiempo.
El cordón franciscano que hay en el arco de la puerta de acceso y en las calles centrales de la fachada representa los votos de pobreza, obediencia y castidad, votos a los que debía someterse todo estudiante o profesor una vez cruzara la fila de columnas y cadenas que preceden la entrada a la Universidad.
El conjunto de la manzana cisneriana sufre diversas alteraciones a lo largo de los siglos, cada rector que llega quiere enriquecerla, y así se construye el patio de nuestro primer alumno y profesor santo, Santo Tomás de Villanueva, se van ampliando los distintos patios, se construye el Paraninfo en la época de Cisneros, pero, sobre todo, interesa destacar que la fachada fue muy dañada por los agentes atmosféricos, por el exceso y los cambios termales, y, en el siglo XX, en 1919 y hasta 1999 fue necesario consolidarla por un arquitecto que se llamaba Aníbal Álvarez.
Otra vez hubo que intervenirla para salvaguardarla en los años 60 no con mucho acierto, con resinas y con materiales que más tarde hubo que retirar. Y ahora, recientemente, gracias al esfuerzo de nuestros rectores y al esfuerzo de la comunidad y el Estado español, se vuelve a restaurar para consolidarla y evitar que se desprendan fragmentos que dañen a los visitantes de esta extraordinaria universidad.
La fachada del Colegio Mayor de San Ildefonso de la Universidad de Alcalá se ha convertido en un emblema para la comunidad universitaria y para los alcalaínos por su indudable valor artístico e histórico, y es uno de los principales motivos por los que miles de personas viajan de todo el mundo a Alcalá de Henares.
Reformas de la fachada del Colegio Mayor de San Ildefonso
La fachada del Colegio Mayor de San Ildefonso es una obra del plateresco español. Lleva con nosotros en Alcalá de Henares desde el siglo XVI.
Esto conlleva una serie de deterioros que ha obligado a diferentes rectores a invertir en su conservación a lo largo de sus casi 500 años de historia. Gracias a ellos la Universidad y su fachada son Patrimonio de la Humanidad.
La nueva fachada fue resuelta con dos tipos de piedra: la procedente de El Vellón y la piedra en granito de Becerril. Al final del siglo XIX las cornisas y los grupos escultóricos estaban muy deteriorados.
En 1914 fue declarada monumento nacional y se encomendó su restauración a Aníbal Álvarez. Al estar agotada la cantera de El Vellón, se utilizó piedra de almorquí, poco conocida entonces. El clima de Alcalá de Henares provocó su rápido deterioro de forma que en 1992 fue necesario sustituir algunos elementos que se desmoronaban sobre la calle.
La actual reforma es la primera del siglo XXI y se ha basado en siete objetivos: limpieza general de plantas y suciedad producida por las aves, que ha dejado a la vista antiguas pátinas originales, recuperación de los elementos fracturados de la piedra de Almorquí, protección de las cornisas convierteaguas de zinc, reposición de juntados perdidos con morteros de cal hidráulica, entonado con veladuras transparentes reversibles procedentes de las zonas de piedra de Almorquí para unificar su aspecto con la piedra original restauración, de las carpinterías de madera y restauración de todas las rejas.
Debido al valor histórico de la fachada, no fue posible anclar a ella el andamio de las obras, por lo que se proyectó una estructura portante para permitir el trabajo de restauración. Este andamio se cubrió con una lona decorada con una imagen de la fachada a tamaño real.
Esta reforma de la fachada concluyó el 31 de marzo de 2017. Ahora es más coherente a la vista, al resaltar los elementos con pátinas del mismo color que las originales.
La limpieza nos ofrece una fachada más luminosa que llama aún más la atención de los visitantes y estudiantes, y por supuesto sigue siendo uno de los emblemas de la ciudad de Alcalá de Henares.
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