Todo lo que el cannabis puede hacer por ti en tu rutina beauty

¿Qué? ¿Cómo te has quedado al leer el titular de este post? Con la boca abierta, por lo menos. Pues no nos hemos vuelto locos. Es que el cannabis es uno de los mejores aliados para tu rutina beauty. Pero no el cannabis en cualquiera de sus versiones, sino el aceite de cannabis. Y es que, aplicado en la piel, aporta importantes beneficios al aspecto de la misma y de tu cabello.

Es por ello que la industria cosmética ha visto su potencial y ha ido incorporando este compuesto progresivamente en distintos productos de belleza como cremas, aceites, champús o jabones, por sus propiedades hidratantes, regeneradoras de la piel y reafirmantes.

Ya en el año 2013, una compañía norteamericana comercializó una línea de productos anti-edad que contenían aceite de cáñamo concentrado.

Su producto estrella es, sin duda, el aceite esencial del cannabis, que destaca por su enorme facilidad de absorción. ¿Quieres saber algunos de sus beneficios? Sigue leyendo y alucina con las propiedades de este producto.

1. Estimula el crecimiento de tu cabello. El aceite de cannabis contiene cannabis, aparte de ser conocido por sus propiedades antiinflamatorias, aporta brillo al pelo y acelera su crecimiento.
2. Hidrata el cuero cabelludo. Si tienes problemas de caspa, el aceite de cannabis ayudará a nutrir tu cuero cabelludo y combatir la sequedad.
3. Es un excelente acondicionador. Si añades una gotas de aceite de cannabis al champú notarás como tu pelo queda mucho más suave y sedoso.
4. Calma la piel. Si sufres enfermedades tópicas como eccemas, erupciones o psoriasis, el aceite de cannabis ayudará a calmarlas gracias a su poder antioxidante.
5. Óptimo contra el acné. Gracias a este poder antioxidante que te comentábamos anteriormente, el aceite de cannabis te ayudará a tratar tus problemas de acné.
6. Potente antiedad. Al contrario que fumar marihuana, que acelera el proceso de envejecimiento, el aceite de cannabis contribuye a la regeneración de células y retrasa la aparición de los primeros signos de la edad.