Virtuoso, sorprendente, asombroso, genial. Esos fueron solo algunos de los calificativos que pronunciaba el público que asistió al concierto de Ara Malikian a la salida del Auditorio del Patrimonio.
Y es que este violinista español, de origen libanés y ascendencia armenia, encandiló a los asistentes desde los primeros minutos de un conciertazo atípico, que mezcló con maestría las obras de grandes maestros de la música clásica como J.S. Bach o Vivaldi, con composiciones más contemporáneas como las de Manuel de Falla o Paco de Lucía, y grandes temas temas del pop/rock como los de David Bowie o Led Zeppelin.
Además, introdujo temas de su último álbum, «15», nombre que viene de su decimoquinto aniversario viviendo en España. De hecho su gira también se denomina Ara Malikian 15.
Sorprendió porque estructuró el concierto como un repaso a su vida, con narraciones que intercalaba entre obra y obra para contar su historia con una humildad y un humor solo propio de los grandes. Y la acompañó con obras de todo tipo de géneros, desde música mora o judía, los grandes clásicos o rockeros actuales, todo con una maestría, una fuerza y un virtuosismo asombrosos.
Ara Malikian nació en Líbano, pero es de origen Armenio. Los problemas en su país provocaron que pronto se fuese a Alemania, donde tuvo que esforzarse para encontrar trabajo. Con gran dosis de humor contó que consiguió ganarse la vida tocando música para bodas judías durante 10 años.
Después se fue a Londres, donde encontró trabajo tocando con Boy George, aunque de esa etapa reconoce que lo que más le agradó fue trabajar con Radio Head.
Posteriormente llegó a Madrid , donde según contó «descubrió el Jamón Ibérico». Y de ahí viene una de las anécdotas más graciosas de la noche, cuanto relató cómo quedó encandilado por él y cómo le sorprendió que tan rico manjar se soliese acompañar de insulsos «picos».
De una manera magistral explicó que iba a interpretar obras de los grandes maestros de la música, que sin duda eran el jamón ibérico, y que entre medias insertaría algunos «picos», es decir sus composiciones del álbum 15.
Entre los temas que interpretó destacamos La vida breve de Manuel de Falla, el Vals de Kairob, las 4 estaciones de Vivaldi (verano), Live on Mars de David Bowie, Kashmir de Led Zeppelin y Ziriab de Paco de Lucía. También interpretó una conmovedora obra llamada 1915, homenaje al millón y medio de muertos en el genocidio Armenio, el Holocausto judío y otros sucesos similares incluido el actual genocidio sirio.
De un modo similar al gesto que el día anterior tuvo Manuel Carrasco en su concierto, Ara Malikian sorprendió a los presentes con una «Rapsodia Alcalaína»
Una música tan dispar no se puede tocar de la misma forma, y de hecho Malikian a duras penas conseguía quedarse quieto unos segundos sobre el escenario. El ritmo frenético de sus dedos sobre el violín se acompañaba de todo tipo de gestos, vueltas, saltos y retorcimientos.
Incluso pudimos verle tirado en el suelo tocando boca arriba y levantarse sin manos y sin dejar que el esfuerzo alterase un ápice sus notas. Más que a un violinista, el estilo de Ara Malikian se parece al de una estrella del rock.
Tanto talento no tendría el mismo efecto si no estuviese acompañado por un grupo de músicos a la altura. Y su «banda» estaba compuesta por un violinista, un viola, una violonchelista y una contrabajo, más dos maestros de la batería y la percusión. Entre todos ellos la sincronía era total, y el resultado era digno del mejor reloj suizo.
En resumen, dos horas largas de buena música que pasaron en un suspiro, y un Auditorio del Patrimonio lleno hasta la bandera con más de 3.000 almas sentadas y entregadas al virtuosismo del gran Ara Malikian.
Al parecer esta gira supone el fin de un ciclo en su trayectoria como músico y el comienzo de una nueva etapa con la vista puesta en el mercado internacional y en la composición de su propio repertorio. Sin embargo nosotros esperamos volver a verle pronto por aquí y mientras tanto recordaremos con placer la noche tan especial que nos regaló.