Al acto han asistido representantes de varios municipios, economistas, entidades y colectivos relacionados con la investigación, el desarrollo y la puesta en marcha de iniciativas sobre economía alternativa.
Brianda Yáñez, concejala de Transparencia e Innovación Social, ha presidido el evento, enmarcado en el V Encuentro Estatal de Monedas Sociales, en el Salón de Plenos del consistorio complutense. La cita ha servido, entre otras cuestiones, para conocer mejor el concepto de moneda social e intercambiar diversos puntos de vista y experiencias relativas a la introducción de este tipo de medios de intercambio, como herramientas para la promoción y fomento de la economía local, capaces de contribuir a la lucha contra el desempleo y a reducir las tendencias de polarización social entre ricos y pobres, cada vez más acentuadas en nuestro país.
La reflexión sobre el uso y la concepción del dinero y la dificultad del acceso de muchas personas a la economía tradicional, hace necesario explorar nuevos caminos hacia una sociedad más equilibrada y humanizada en los ámbitos de la economía y de las empresas. En base a esta premisa, denominador común del encuentro celebrado ayer, la economista Susana Martín Belmonte presentó el Instituto de Moneda Social (IMS), organismo dedicado a la investigación de nuevos sistemas monetarios capaces de equilibrar la balanza entre crecimiento económico y justicia social.
Esta entidad ha sido concebida con varios objetivos, entre ellos el de contribuir a promover un nuevo paradigma financiero y monetario como una de las claves con las que solucionar los problemas sociales, económicos y medioambientales a escala local, regional, nacional e internacional. En este sentido el IMS desarrolla estudios de investigación y presta asesoramiento en materia económica a las iniciativas dirigidas a la implantación de nuevos sistemas monetarios que estén promovidos por personas individuales, colectivos o en los que participen las administraciones públicas.
Los asistentes al encuentro tuvieron la oportunidad de conocer, de la mano de Stro y Ubiquat, diferentes proyectos exitosos de monedas sociales por todo el mundo usados por los ayuntamientos, que van desde dinamización de barrios deprimidos a través de huertos urbanos, a la creación de un sistema de cuidado a mayores que funciona como un banco de tiempo nacional en Japón. También ejemplos conocidos como el Bristol Pound con el que se puede pagar el transporte público, las tasas o impuestos y que han conseguido reactivar el comercio y la producción local.
La cita en Alcalá también ha servido para conocer algunos proyectos de empresas tecnológicas de la economía social, que participan activamente en proyectos de monedas complementarias como las propuestas de Clickcoin y su sistema de pago usado en monedas como la Ossetana en San Juan de Aznaljarafe o el Ekhi, que opera en Vizcaya.
Otras iniciativas, como las promovidas por la alianza de entidades financieras y empresas de tecnología como HAL-CASH y Entropy Factory desarrollan soluciones aplicables a la generación de moneda social, su uso en cajeros automáticos, tarjetas de pago, etc., además de apostar por la digitalización de los municipios para ofrecer soluciones de comunicación, participación ciudadana o lucha contra la corrupción a través de la tecnología.
Uno de los aspectos más llamativos de uso efectivo de estos sistemas de pago tiene que ver con su aplicación en cuestiones de marcado carácter social. Éste es el caso de la ya mencionada Ossetana, una moneda empleada por el área de Asuntos Sociales del Ayuntamiento de San Juan de Aznalfarache, en la provincia de Sevilla, donde en una primera fase del proyecto utilizan esta moneda para la distribución de ayudas y se emplea en el consumo en comercios adheridos de la localidad. Este proyecto ha tenido un gran éxito de la mano de la asociación Asamblea por La Paz, enfocada hacia la cooperación al desarrollo y que ya hace circular con este sistema en torno a 300.000 € anuales en el municipio.
Algo en común destacable de las propuestas tecnológicas es la transparencia, muy valorable desde el punto de vista de una institución pública, ya que estas herramientas registran la trazabilidad total del uso de las monedas, de cara a permitir su fiscalización y control, así como aportar un enorme volumen de información útil para análisis y estudios sobre su uso, incluso geográfico.
Tras las ponencias, que ocuparon buena parte de la mañana, tuvo lugar un enriquecedor debate en el que participaron los asistentes. Para finalizar se realizó una visita guiada por el casco histórico de Alcalá de Henares, con el doble objetivo de promocionar la ciudad entre los asistentes llegados de toda la geografía nacional, y a la vez extender el debate a un entorno informal para facilitar la generación de sinergias entre iniciativas.