Un reportaje de Felipe Rodríguez
Carlos Javier Calle (Alcázar de San Juan – 80 días en la UCI), Oscar Silva (Orense – 70 días), Julio Lumbreras (Torrejón – 57 días), Juan Luis Franco (Hospital Río Carrión – 53 días), Simón Herrera (Jaén – 28 días, estancia media de un paciente en la UCI)… los datos del coronavirus no son solo cifras, son nombres e historias personales, en la mayoría de los casos dramáticas, aunque algunas como estas con final feliz.
Quizá, hasta ahora, no se ha dado un caso en toda España como el de Pepe López, el celador y jefe de seguridad del Hospital Príncipe de Asturias de Alcalá de Henares que ha vencido al COVID-19 tras pasar 90 días en la Unidad de Cuidados Intensivos enganchado a un respirador. “Solo soy un superviviente más del coronavirus”, ha dicho a su salida de la UCI.
Sin duda esta es la historia de una lucha heróica contra el coronavirus cuyo protagonista es José López Fernández. Con 61 años, ‘Pepe’ es el jefe actual jefe de celadores, orden interno y jefe de seguridad del Hospital de Alcalá Príncipe de Asturias de Alcalá de Henares.
Todo empezó el pasado 9 de marzo, mientras trabajaban con los protocolos anti COVID-19, Pepe se puso enfermo. Sus compañeros le obligaron a parar y hacerse unas pruebas, dio neumonía. Cinco días después, el 14 de marzo, día en que se declaró el Estado de Alarma, escribió a su familia y les dijo que entraba en la UCI.
Su trabajo en el Hospital de Alcalá luchando en la primera línea contra el coronavirus provocó su infección por COVID-19 y su ingreso en la Unidad de Cuidados Intensivos. “Alrededor del 23 de marzo estuvo muy enfermo con hasta 41 grados de fiebre, sin embargo mejoró hasta el punto que los médicos pensaran en quitarle el respirador” nos cuenta su hijo Oscar, en exclusiva para Dream Alcalá, que ha ido apuntado en un cuaderno toda la historia de la evolución de su padre.
“Ya nos avisaron que, a muchos pacientes, el virus les atacaba dos veces y en esa segunda, justo después de pensar en desentubarle, cayó en picado. Nos hablaron, incluso, de fallo multiorgánico con picos de fiebre de 42 grados. Un 10 de abril, viernes, nos dijeron que nos preparáramos para lo peor”.
“Solo soy un superviviente del coronavirus”
Sin embargo Pepe siguió luchando con todo contra el virus y el lunes siguiente (13 de abril) le empezó a bajar la fiebre y recuperar la función de sus riñones. “Ese día arrancó una especie de recuperación lineal donde mi padre mejoraba día a día”. Gracias a eso, pudo recibir la visita de su hijo el último fin de semana de abril “había perdido toda la movilidad hasta el punto de no poder aguantar la cabeza y apenas mover algunos dedos. Había perdido, incluso, el reflejo de tragar”, nos cuenta Oscar López.
Cinco días después permitieron a su hijo una segunda visita, pero al día siguiente Pepe empeoró y vio afectados gravemente sus pulmones, además de haber perdido absolutamente toda su masa muscular.
“De nuevo te pones en lo peor”, dice Oscar que continúa “pero el 12 de mayo empezó a tirar para arriba. Esto ha sido gracias a todo el equipo de sanitario pero también a los psicólogos que han permitido que estas últimas semanas su familia pudiera ir a visitarle para intentar que saliera anímicamente del trance”.
En la noche del viernes 12 de junio, Pepe salía de la UCI tras 90 días ingresado y luchando contra el virus. “Solo soy un superviviente del coronavirus” dice Pepe en los vídeos que nos envía su hijo Oscar grabados por el personal sanitario del Hospital de Alcalá.
“Tenemos que darles las gracias a todos. Los rehabilitadores no se la han querido jugar, han ido paso a paso, los equipos de enfermería, auxiliares y celadores de la UCI han hecho un trabajo brutal. Y es que como dice mi padre ‘en la UCI se está muy bien’ porque los pacientes están muy bien atendidos por los médicos”.
Han sido tres meses tremendos para Oscar y su familia que iban teniendo cada día novedades a las 13:00 horas. “Tu vida se centra en esperar la llamada a esa hora. Nos informaban todos los días, pero claro, imagínate lo que era estar pendiente durante tres meses de una llamada a una misma hora. Si el teléfono sonaba mucho antes, o mucho después, te echabas a temblar».
Un alcalaíno de Galicia que siempre ha trabajado en nuestro Hospital
José López Fernández sacó la oposición de celadores de la Comunidad de Madrid en el año 1987. Logró ser el segundo de su promoción y por eso pudo elegir, posteriormente, como destino el Hospital Príncipe de Asturias de Alcalá, donde residía su familia.
Precisamente le viene de herencia el trabajo como celador pues su padre era conocido en la ciudad como ‘Pepe el Gallego’ y trabajaba como transportista en el antiguo ambulatorio, lo más parecido a un celador de hoy en día.
La familia de Pepe López procede de la localidad de San Cosme Barreiros (Lugo) conocida por su cercanía a la famosa playa de las Catedrales. De allí emigraron a Francia y después llegaron a Alcalá de Henares.
En nuestra ciudad, y nuestro hospital, Pepe López hizo carrera. Entró como celador para pasar posteriormente a encargado, jefe de personal de celadores y en la actualidad jefe de personal y orden interno (jefe de seguridad). Aquí se casó con su mujer Conchi con la que tiene cinco hijos.
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