En torno a las 23:00 horas del domingo, un varón comenzó a escalar por la fachada trasera de un edificio de la calle Luis Vives 1 de Alcalá de Henares, por causas que de momento se desconocen.
Según indican testigos presenciales, se trataba de un vecino del propio edificio, puesto que otras personas (que podrían ser familiares o amigos) trataban a gritos de convencerle para que dejase de seguir trepando.
Piso a piso comenzó a subir por la fachada posterior del edificio, agarrándose a los cables de teléfono, en los salientes de las terrazas e incluso en los aparatos de aire acondicionado.
En pocos minutos se montó un gran operativo con al menos media docena de unidades de Policía Nacional, coches de bomberos, Protección Civil y ambulancias, lo que provocó que un buen número de vecinos y curiosos se arremolinasen tanto en la calle El Toboso como en el paseo de los Curas, para ver lo que acontecía.
El riesgo de caída era muy importante, porque no se conocía el estado de la persona que escalaba. Por ello, además de tratar de convencerlo para que se detuviese, la policía y los bomberos acordonaron la zona y colocaron una gran cama hinchable (ver imagen inferior) por si el individuo terminaba precipitándose al vacío.
La Policía ascendió por la escalera interior del edificio, entrando en varias viviendas a distintas alturas para tratar de localizar al sujeto en su subida. Sin embargo, este continuó escalando hasta llegar al séptimo y último piso donde, al no poder seguir subiendo, decidió entrar en una de las viviendas colándose por una ventana abierta.
La Policía trató de entrar desde el rellano de la escalera en la vivienda invadida, en la que al parecer vive un hombre solo, pero en un primer momento no lo consiguió. Vecinos del edificio afirmaron que el sujeto amenazó al propietario con una navaja, le quitó la llave de la puerta de la vivienda, la metió en la cerradura y la partió para impedir que nadie pudiese entrar desde fuera.
En torno a la una de la madrugada, un gran camión autoescala de los Bomberos aparcaba bajo el edificio en la calle El Toboso para valorar si accedían desde fuera. Mientras, la policía trataba de convencer al sujeto para que abriese la puerta y les dejase entrar para poder valorar el estado del rehén.
Unos 20 minutos más tarde, la Policía consiguió abrir la puerta y acceder a la vivienda, reduciendo rápidamente al individuo al que esposaron e inmovilizaron. Posteriormente, le bajaron por las escaleras del edificio y le introdujeron en uno de los vehículos policiales que esperaba frente al portal, desde donde salió camino de la Comisaría.
El propietario del séptimo piso afortunadamente no sufrió daños personales, salvo el emocional por lo que suponemos que habrá sido el susto de su vida.
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