Cuando salimos a comer fuera de casa, y más cuando se pide para compartir, es habitual que nos decantemos por platos con muchas salsas, patatas y, para rematar, por un delicioso postre. ¡Por no hablar de la época vacacional… un verdadero desmadre! Y claro, si a esto le añadimos que es época de BBC’s (bodas, bautizos y comuniones)… apaga y vámonos. La operación bikini se va al garete demasiadas veces ?
Por eso, y para ti, que llevas unos meses luchando a todo correr por alcanzar tu peso ideal para lucir tipazo este verano, es este post. Hoy, desde Dream Alcalá Woman queremos contarte unos trucos para que salir a comer fuera de casa no sea un suplicio calórico y un desbarajuste para tu metabolismo.
Lo primero que tienes que tener en cuenta es que las calorías de los alimentos varían considerablemente de unos a otros, por lo que no será lo mismo pedir un plato en el que predomine la verdura, que la pasta o el dulce. Las bebidas tampoco ayudan, ya que a excepción del agua también suelen esconder muchas calorías, especialmente las alcohólicas.
Toma nota de estos trucos para seguir la dieta cuando comas en un restaurante. ¡Verás como al salir de él te sientes mucho mejor!
Agua contra el apetito
El agua nos puede ayudar a evitar que comamos más de la cuenta porque llena el estómago. Por eso, acostúmbrate a beberte un vaso de agua a pequeños sorbos. Así, cuando te traigan la comida ya no tendrás tanta hambre y comerás menos.
- El truco Dream: Si quieres un toque especial, pide que te añadan una rodaja de limón o de naranja. Te entrará mucho mejor.
Pan: no, gracias
Es típico que, mientras esperas a que nos traigan el plato que hemos elegido, nos entren ganas de picotear pan, ya que suele ser lo primero que ponen en la mesa y además, su aspecto fresco y crujiente es una tentación total. Y, por si esto fuera poco, en muchos restaurantes ofrecen mantequilla o aceite de oliva para combinar… ¡Cómo resistirnos! Pues tienes que conseguirlo ya que ingiriéndolo estarás metiendo a tu cuerpo un elevado número de calorías que realmente no necesitas y que lo único que van a hacer es evitar que pierdas peso.
- El truco Dream: Piensa que no te estamos diciendo que no puedas comer nada de pan; en casi todas las dietas permiten su consumo de forma moderada. Si sales a cenar fuera puedes comerte una rebanada pequeña sin problemas, ¡pero no abuses!
El plato principal, lo más importante
Aunque te entren ganas de pedirte más de un plato, lo ideal es que elijas sólo un plato principal y te olvides del postre y del «para compartir», porque aunque sea una ensalada o una sopa, sumarías calorías sin necesidad. Elige algo que te sacie y te apetezca pero controlando que no sea demasiado calórico.
- El truco Dream: Una buena opción es el gazpacho. Si tampoco te puedes resistir al postre, la solución es un sorbete o una macedonia.
Empanados y salsas, prohibidos
¿A quién no le gusta o no le apetece un filete empanados, unos nuggets o unas croquetas? ¿Y una carne con su buena salsa? No hay mayor placer que mojar un trozo de pan en ella. Y en las cartas de los restaurantes, se incluyen en alguna de sus variantes como la salsa de pimienta, la de mostaza, el pesto… Evítalas, al igual que los empanados, porque tienen un alto contenido de grasa y un gran contenido calórico.
El truco Dream: aunque no esté tan bueno pide platos cocinados al vapor, a la plancha o al horno. El aporte calórico será mucho menor.
Respecto a las salsas, decántate por las salsas de tomate natural cuando vayas a un restaurante. Éstas no tienen tantas calorías como una salsa con nata y no dejan de estar muy ricas.
Si sobra, no pasa nada
Estamos muy acostumbrados a no dejar comida en el plato. ¡Y qué buena costumbre! Sin embargo, cuandp se trata de una dieta y de salir a comer a un restaurante, la cosa cambia. Si te dejas las patatas fritas, el maíz asado o la ensalada de col en el plato no pasa nada. Se trata de restar calorías.
El truco Dream: si puedes pedir una ración más pequeña, no lo dudes. No pasa nada si te saltas la dieta un poco, ¡pero en pequeñas cantidades!
Cuidado con el gratén
Un plato de lasaña o unos canelones gratinados son un capricho… y también una auténtica bombas calóricas ya que llevan bechamel y además se espolvorean con mucho queso rallado aumentando aún más el aporte calórico.
El truco Dream: Si no te puedes resistir por lo menos pide una lasaña vegetariana o verduras gratinadas.
La elección del restaurante
No es lo mismo salir a cenar a una hamburguesería, pizzería o kebab que elegir restaurantes con opciones saludables y aptas para cuidar la línea. La cocina japonesa, vegetariana, peruana o tailandesa tiene opciones muy ligeras, bajas en calorías y saludables.
El truco Dream: Prueba con restaurantes que incluyan tartar o carpaccio en su carta, dos tipos de recetas que normalmente son muy bajas en calorías y están riquísimas.
El alcohol… ¡peligro!
Una copa de vino al día es saludable. Por eso, aunque estés a dieta no tienes por qué rechazar una copita en la cena. Lo malo es que el alcohol, sobre todo las cañas, viene acompañado de aperitivos poco saludables que aportan muchas calorías e impiden la quema de grasas.
El truco Dream: tómate sólo una copa de vino y a poder ser que sea un vino seco porque contiene menos azúcar y, por lo tanto, menos calorías.
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