Un lamentable suceso tuvo lugar este sábado alrededor de las 20:00 horas en una vivienda ubicada en el Camino de la Esgaravita de Alcalá de Henares, cuando un perro de raza considerada potencialmente peligrosa (PPP) atacó a un niño de tan solo dos años.
El animal, que según se ha podido saber pertenece a la familia del menor, desfiguró gravemente su rostro durante el ataque, generando una situación de emergencia que obligó su traslado de urgencia a un centro sanitario.
Tras recibir el aviso del incidente, una patrulla de la Policía Local, acompañada de una ambulancia del SUMMA 112 y Protección Civil, se desplazaron rápidamente al lugar de los hechos. Dada la gravedad de las heridas, que afectaron severamente el rostro del niño, y la corta edad del niño, los agentes tomaron la decisión de trasladarlo de manera urgente al hospital para una primera atención médica. El centro elegido para tratar sus heridas fue el Hospital de La Paz de Madrid, centro con amplia experiencia en este tipo de lesiones, donde fue ingresado con pronóstico grave.
A pesar de la gravedad de las heridas, el primer balance indicó que la vida del niño no corre peligro, aunque muy probablemente necesitará intervenciones médicas para reparar los daños causados por el ataque. El equipo médico de La Paz está valorando el alcance de las lesiones y los procedimientos quirúrgicos necesarios para tratar de reconstruir las áreas afectadas.
Perros de raza considerada potencialmente peligrosa como animales de compañía
La presencia de perros de raza considerada potencialmente peligrosa (PPP) en el entorno familiar ha generado una creciente controversia en los últimos años. A pesar de las normativas estrictas que regulan su tenencia, como la obligatoriedad de registrar al animal, contar con seguro de responsabilidad civil y usar bozal en espacios públicos, los incidentes graves continúan sucediendo. Muchos defensores de los derechos de los animales argumentan que el comportamiento agresivo no está intrínsecamente relacionado con la raza, sino con el entorno, la educación y el trato que reciben los perros. No obstante, los críticos subrayan los riesgos inherentes a tener razas con una mayor capacidad física y potencia de mordida, especialmente en entornos con niños pequeños, como el caso sucedido hoy en Alcalá de Henares.
Este debate se enmarca en una problemática más amplia sobre la convivencia con animales de compañía y la responsabilidad que ello conlleva. Mientras que algunos propietarios aseguran que sus perros de raza PPP son dóciles y confiables bajo su cuidado, otros temen que los comportamientos imprevisibles de estos animales puedan desencadenar tragedias. Por ello, en muchas ciudades se están revisando las leyes sobre la posesión de perros peligrosos, con propuestas que van desde la prohibición de ciertas razas hasta la intensificación de las exigencias para quienes decidan convivir con estos animales.
Los expertos en comportamiento animal coinciden en que una socialización adecuada desde temprana edad y un adiestramiento riguroso pueden reducir considerablemente el riesgo de incidentes violentos. Sin embargo, advierten que ningún animal puede ser completamente predecible, por lo que los propietarios de perros potencialmente peligrosos deben extremar las precauciones, especialmente en hogares donde conviven con menores de edad.
El trágico incidente de Alcalá de Henares vuelve a poner sobre la mesa la necesidad de repensar las políticas de tenencia de PPP y la educación de los propietarios. La seguridad de la comunidad y el bienestar de los animales son puntos clave que deberán equilibrarse en la búsqueda de soluciones, evitando situaciones devastadoras como la vivida hoy, que dejó a un niño gravemente herido y a una familia destrozada.
En España, la tenencia de perros de raza potencialmente peligrosa (PPP) está regulada principalmente por el Real Decreto 287/2002, que desarrolla la Ley 50/1999. Estas normativas establecen que los propietarios de perros PPP deben cumplir con ciertos requisitos:
- Licencia administrativa: Los dueños deben obtener una licencia otorgada por el ayuntamiento correspondiente, que tiene una vigencia de cinco años y requiere cumplir con una serie de condiciones, como ser mayor de edad, no tener antecedentes penales y demostrar capacidad física y psicológica.
- Seguro de responsabilidad civil: Es obligatorio contar con un seguro de responsabilidad civil con una cobertura mínima de 120.000 euros para cubrir posibles daños causados por el animal.
- Registro: Los perros PPP deben estar registrados en el Registro Municipal de Animales Potencialmente Peligrosos.
- Uso de bozal y correa: En espacios públicos, estos perros deben llevar siempre bozal y ser conducidos con una correa que no exceda los 2 metros.
- Examen veterinario: Los animales deben pasar revisiones periódicas para garantizar su estado de salud.
Entre las razas consideradas potencialmente peligrosas en España se incluyen:
a) Pit Bull Terrier
b) Staffordshire Bull Terrier
c) American Staffodshire Terrier
d) Rottweiler
e) Dogo Argentino
f) Fila Brasileiro
g) Tosa Inu
h) Akita Inu.
La normativa también aplica a los cruces de estas razas o perros con características similares.
A pesar de estas regulaciones, los incidentes relacionados con PPP han reavivado el debate sobre si la legislación actual es suficiente o si es necesario adoptar medidas adicionales para garantizar la seguridad.
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